Trastornos del estado de ánimo en niños y adolescentes
Dentro de los trastornos del estado del ánimo encontramos los siguientes diagnósticos: Trastorno depresivo mayor, Trastorno distímico, Trastorno bipolar.
TRASTORNO DEPRESIVO MAYOR
Se considera un trastorno depresivo mayor cuando la persona durante dos semanas vive un cambio en su actividad previa manifestando: un estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi todos los días o una pérdida de interés y placer en todas o casi todas las actividades durante la mayor parte del día, casi todos los días.
Los síntomas que se presentan son:
- Pérdida o aumento significativo de peso o de apetito.
- Insomnio o hipersomnia.
- Agitación o retraso psicomotores.
- Fatiga o pérdida de energía.
- Sentimientos de desvalorización o de culpa excesiva o inapropiada (que pueden ser delirantes).
- Menor capacidad de pensar o concentrarse o indecisión.
- Pensamientos recurrentes de muerte (no solo temor a morir), ideación suicida recurrente.
En niños algunos de los síntomas son:
- Irritabilidad, agresividad, agitación, rabietas.
- Aumento de la actividad motora o abúlia.
- Pérdida de interés.
- Inhibición psicomotriz, apatía, astenia.
- Culpabilidad, baja autoestima.
- Falta de concentración y disminución del rendimiento escolar.
En adolescentes algunos de los síntomas son:
- Conductas negativistas y disociales (abuso de sustancias, agresividad, deseo de fuga, hurtos).
- Baja autoestima, sentirse excluido, aislamiento.
- Hipersensibilidad con retraimiento social.
- Anhedonia.
- Dificultades para concentrarse.
“Los papas de Pablo, chico de 12 años, consultan porque hace más de un mes que ha bajado notablemente el rendimiento escolar y lo ven más irritable. Les llama la atención que está como apagado, sin interés por aquellas cosas con las que antes se solía entusiasmar. Ahora prefiere tirarse en la cama y si se acercan para proponerle algo responde de mala manera. Se molesta por cualquier cosa, está muy intolerante con ellos. Dicen que parece como si se le hubiese terminado la energía ya que se queda en la cama en vez de ir a jugar a futbol con los amigos como hacía siempre, pone excusas para no salir de casa, dice que está cansado y está durmiendo más horas que de costumbre. En el colegio su maestra lo ve más distraído y decaído, con pocas ganas de hacer cosas con los compañeros. Cuando las cosas no le salen bien o pierde se muestra indiferente.”
TRASTORNO DISTÍMICO
Se considera un trastorno distímico cuando la persona durante un período de dos años (1 año en niños y adolescen-tes) se siente con un estado de ánimo deprimido la mayor parte del tiempo y que dura la mayor parte del día.
Cuando presenta estado de ánimo deprimido se tienen que dar dos de los siguientes síntomas:
- Pérdida o aumento de apetito.
- Insomnio o hipersomnia.
- Falta de energía o fatiga.
- Baja autoestima.
- Dificultades para concentrarse o para tomar decisiones.
- Sentimientos de desesperanza
“Los papas de Juana que tiene 8 años consultan porque ya no saben que más hacer para que su hija tenga ganas de ir al colegio y muestre interés por algo. Desde que estaba en salita de 5 empezaron a notar que se resistía a ir al colegio, y ponía excusas para evitar hacer actividades que antes si que le gustaban. Refieren que desde hace casi 3 años la ven como decaída y sin motivación, no se entusiasma por cosas como harían otros chicos de su misma edad. La maestra dice que a la mínima que algo no le sale bien se enoja y se opone a hacerlo. Los papas comentan que los desafía cada vez que le ponen un límite, y se opone a las normas con berrinches y llanto desmesurado irritándose con facilidad. Le cuesta dormir a la noche y a la hora de las comidas es siempre una pelea para lograr que coma algo”.
TRASTORNO BIPOLAR
El trastorno bipolar se manifiesta a través de cambios significativos del estado de ánimo. Se dan altibajos desproporcionados del humor que muchas veces no tienen relación con lo que le sucede en la vida de la persona. Los períodos tienen una duración de horas o de días. Oscilan entre episodios depresivos y episodios hipomaníacos o maníacos. En los períodos depresivos suelen manifestar un humor triste, labilidad emocional, baja autoestima, desesperanza, falta de interés, pérdida del apetito, retraimiento social, y en algunos casos ideación suicida. En los períodos hipomaníacos o maníacos se perciben explosiones de alegría desmesurada, hiperactividad, delirios de grandeza y omnipotencia, desinhibición sexual, conductas de riesgo, insomnio, verborrea y pensamientos acelerados y sin control.
En niños y adolescentes estos cambios de humor son más difíciles de percibir ya que en el período depresivo los chicos suelen manifestar también irritabilidad, oposicionismo, hiperactividad, y en ocasiones se puede dar ansiedad por separación, síntomas que también se en el período hipomaníaco. En niños y jóvenes las oscilaciones en el estado de ánimo son más rápidas.
“Los papas de Franco consultan porque ven que su hijo de 15 años está con un humor muy cambiante. Hay períodos donde lo ven triste, apático, sin ganas para hacer cosas ni salir de casa y en otros momentos, su humor cambia bruscamente y parece otra persona, le viene de repente la energía, se lo ve eufórico. Empieza a armarse programas, expresa que tiene muchos planes de futuro, a veces un poco descabellados, y siente que todo lo puede. No para ni un segundo , no tiene sueño y se olvida de comer. Esto le hace estar irritable y se opone a cumplir las normas de casa, los desafía y a veces les da miedo que algún día haga algo riesgoso para él y para otros, ya que a veces lo ven fuera de sí como si lo desconocieran”.