Trastornos de ansiedad en niños y adolescentes
¿Qué es la ansiedad? Es una emoción y, como todas las emociones (miedo, tristeza, alegría, enojo, vergüenza, celos, envidia, etc.), su función es darnos información sobre la realidad para ayudarnos a adaptarnos y sobrevivir. En el caso puntual de la ansiedad, nos avisa que es probable que enfrentemos, en el corto o mediano plazo, alguna situación amenazante, de riesgo o peligro, y que debemos tomar los recaudos necesarios para que eso no suceda. En estos casos nuestro organismo se prepara para la defensa o la huida, acelerándose el ritmo cardíaco y la respiración, tensando nuestros músculos y apoderándose de nosotros un estado de alerta e inquietud. Es una alarma funcional para nuestro organismo.
Por ejemplo:Juan de 12 años siente ansiedad por el examen de matemática del día siguiente, es decir su alarma contra una posible amenaza se enciende. Ante esto, Juan le hace caso a su alarma y estudia de manera adecuada para aprobar el examen y una vez que lo rinde su ansiedad se extingue.
En las personas con trastornos de ansiedad, la alarma de la ansiedad funciona de manera excesiva o inadecuada, impidiéndoles hacer lo que necesitan y persistiendo más allá de la amenaza. A continuación se desarrollan los trastornos de ansiedad más comunes:
FOBIA ESPECÍFICA
Es uno de los trastornos psicológicos más comunes que afectan a niños y adolescentes. Se caracteriza por un miedo excesivo, (inapropiado para la edad o nivel de desarrollo del niño o adolescente), una ansiedad elevada y la evitación o el malestar extremo cuando se enfrenta con un objeto o situación determinada.
Los niños, en lugar de evitar la situación o el objeto temido, pueden mostrar ansiedad extrema mediante llantos, gritos y rabietas o bien, tornarse agresivos. En otras ocasiones, al enfrentarse al estímulo fóbico, pueden expresar su malestar, paralizándose o aferrándose a sus padres o cuidadores.
Las fobias se clasifican en 4 tipos: animales (Ej.: perros, arañas, víboras, insectos, etc.); ambientales (Ej.: oscuridad, agua, alturas, tormentas, etc.); sangre-inyecciones (Ej.: recibir pinchazos, extracciones de sangre, ver sangre, lastimarse, etc.); situacionales (Ej.: viajes en avión, autos, colectivos, lugares pequeños, etc.) y otros (Ej.: personajes disfrazados, ruidos fuertes, el dentista, sirenas de ambulancias y bomberos, etc.).
TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA (TAG)
Se caracteriza por la ansiedad y la preocupación excesiva y recurrente acerca de varios temas, actividades y situaciones. Las personas con TAG no pueden, o bien, tienen marcadas dificultades para controlar sus preocupaciones y la preocupación en ellos está acompañada por síntomas físicos como cansancio, tensión e inquietud.
TRASTORNO DE ANSIEDAD POR SEPARACIÓN (TAS)
Los chicos con TAS se caracterizan por sufrir ansiedad inapropiada y excesiva frente a una separación o distanciamiento de su hogar y/o de sus padres o cuidadores. Pueden tener dolores de cabeza, miedo a que ellos o sus padres/cuidadores se lastimen o se enfermen, miedo a perderse o ser secuestrados. Ocasionalmente tienen, así mismo, pesadillas relacionadas con situaciones en las que se separan de sus padres/cuidadores. Lo que hacen generalmente es evitar quedarse solos o pedir cuidados inadecuados para la edad.
FOBIA SOCIAL
Consiste en un miedo marcado y persistente a situaciones sociales o de exposición que puedan generar vergüenza. Los chicos con Fobia Social a veces no reconocen que su miedo es desproporcionado a la situación. Frecuentemente parecen tímidos y retraídos en situaciones sociales con pares y adultos, y casi siempre evitan situaciones de exposición social.
TRASTORNO DE PÁNICO
Este trastorno consiste en la aparición repentina de un temor intenso, sin razón aparente. Los síntomas físicos incluyen: dolor de pecho, palpitaciones, falta de aliento, mareos, malestar estomacal, sensaciones de irrealidad. Estos síntomas del cuerpo son interpretados de manera negativa y catastrófica, las personas que los padecen piensan que están a punto de morirse, de perder el control o enloquecer.
Con el tiempo, la persona tiene miedo de volver a experimentar el ataque y puede querer evitar situaciones y lugares en los cuales se podría volver a experimentar un ataque de pánico y no encontrar una salida o ayuda.
TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO (TOC)
Se caracteriza por la presencia de obsesiones y/o rituales recurrentes que causan malestar intenso e interfieren con la vida cotidiana de los adultos, niños o adolescentes que lo padecen.Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes que, en forma intrusiva, aparecen una y otra vez, sin pedir permiso, siendo imposible ignorarlos ya que su contenido es completamente opuesto a lo que el paciente desea, siente, valora, etc. Generalmente, se acompañan de niveles elevados de ansiedad, malestar o temor, por eso el paciente trata de controlarlas, suprimirlas, neutralizarlas o ignorarlas realizando algún ritual. Los temas más comunes a los que se refieren las obsesiones son: contaminación, daño a sí o a otros, muerte, sexualidad, religión.
Los rituales son acciones repetitivas, que se ejecutan siguiendo determinadas reglas, algunos consisten en conductas observables (Ej.: lavarse las manos, ordenar objetos, realizar ciertos movimientos con las manos o brazos, abrir o cerrar puertas, etc.) y otros se realizan mentalmente (Ej.: rezar, contar, decir alguna frase específica, etc.). La función de los rituales es aliviar la ansiedad y el malestar que siente el paciente cuando aparecen las obsesiones. Los niños más pequeños no reconocen lo irracional o la falta de sentido de los rituales. Tampoco pueden ver la inexistencia de conexión lógica entre una obsesión y el ritual que ejecuta para neutralizarla.
Generalmente los pacientes con TOC sienten vergüenza de sus rituales, no saben cómo explicar lo que les pasa, tienen miedo de no ser comprendidos y por eso mantienen en secreto su problema, recibiendo un diagnóstico y tratamiento tardíos.
TRASTORNO DE ESTRÉS POST TRAUMÁTICO (TEPT)
Mientras que algunos chicos son capaces de superar los síntomas luego de haber sido expuestos a una situación traumática (abuso, maltrato, violencia doméstica o en la comunidad, desastres naturales, catástrofes, etc.), existe un alto porcentaje que sufre los síntomas completos o parciales de TEPT.
Estos síntomas consisten en: pesadillas, dificultades para concentrarse, problemas para dormir, re-experimentación de la situación traumática; evitar estímulos (olores, lugares, colores, sonidos, voces, etc.) asociados con la situación traumática; entumecimiento o embotamiento emocional (parece como si hubieran perdido la capacidad de sentir) y disminución del umbral de activación emocional (se sobresaltan con mucha facilidad). Asimismo, algunos niños pueden presentar también síntomas de tristeza, desesperanza, miedo intenso y horror.